Ojala que no me encuentres
asfixiada entre paredes,
ideas, recuerdos,
personas,
quehaceres
que me carcomen
las sienes,
y lo más oculto,
que se encuentra
ubicado tras el sexo.
Un cigarrillo tras otro
devoré por la ansiedad
que produce
por las calles
caminar,
sin dirección
ni dato alguno de la locación
que seguís desesperado,
persiguiendo algún sueño
inconscientemente ya olvidado.
Ojala
que puedas ver
que en realidad
no soy más
de lo que
aquí
ves.
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