lunes, 13 de diciembre de 2010

27 de marzo de 1934

"He envejecido, estoy un poco cansada, me he vuelto un poco irónica. Puse todo de mí en la novela, y ahora sé que no estoy satisfecha, que escribiré un libro mejor. Hay menos de Dios en el hombre de lo que había pensado; la necesidad de un dios no humano, la autodependencia. Pero no puedo acostarme con personajes no mitológicos como Don. Cuando le permití viajar a Milán sin darle lo que deseaba, al muchacho apuesto y magnético, supe que sólo puedo dejarme poseer por bestias mitológicas: artistas, magos, poetas.
Ahora que sé que no tendré una relación profunda con mi padre, estoy hastiada de toda la vida. Me parece que estoy detenida por completo. La única salida es el arte. Libros y más libros. Nada de introspección..."

No hay comentarios: